Si buscamos una chimenea de bioetanol de pared tenemos que elegir entre aquellas que directamente van colgadas o las que necesitan una pequeña obra para ser encastradas o empotradas en la pared. La instalación es relativamente sencilla en ambos casos.
Las que van colgadas se ponen como si fueran un cuadro. Basta con colocar los soportes en la pared y colgar en ellos la chimenea.
Para instalar una chimenea de bioetanol encastrable hay que hacer un hueco a medida en la pared y colocar dentro la chimenea. Si nuestra pared es de pladur es recomendable colocar un material aislante en el hueco. El más empleado por su bajo precio, su facilidad para trabajar con él y el buen rendimiento que ofrece es la lana de roca. Pero también se pueden utilizar placas de vermiculita o cartón cerámico para colocar en el hueco.
Como decíamos al principio, instalar una biochimenea de pared es muy sencillo. Las chimeneas de bioetanol de pared no necesitan salida de humos ni un sistema de ventilación. Por tanto no tendremos que realizar ninguna obra compleja para su instalación.
Las biochimeneas que van colgadas basta con ponerlas como si fueran un cuadro. Para las chimeneas que van encastradas necesitamos hacer un hueco a medida y aislar dicho hueco.
Estas chimeneas de bioetanol encastrables o empotrables también pueden colocarse en muebles de madera. Los modelos más económicos como la Mare o la Delta 2 se instalan frecuentemente en muebles de televisión o en estanterías, convirtiendo nuestro mueble en otro mucho más sofisticado. Aquí es especialmente importante el aislamiento y una opción muy buena es forrar todo el interior del mueble (o la caja de encastre de la chimenea) con vermiculita.
Uno de los modelos de mayor calidad del mercado, la chimenea Infire U-1000, incorpora su propio aislamiento para que no tengamos que preocuparnos de esta parte durante su proceso de instalación.